Alerta de mejores papás del mundo por aquí.
Mi padre siempre tuvo la intención de peinarme cuando era pequeña. Lo intentó una y mil veces, y simplemente no podía. Cada vez que él me peinaba, me preguntaban en el colegio que por qué andaba así de desastrosa, y si es que acaso me había “peleado con el peine”, y a mi no me hacía ninguna gracia. Pobre de mi padre.
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Mi padre siempre tuvo la intención de peinarme cuando era pequeña. Lo intentó una y mil veces, y simplemente no podía. Cada vez que él me peinaba, me preguntaban en el colegio que por qué andaba así de desastrosa, y si es que acaso me había “peleado con el peine”, y a mi no me hacía ninguna gracia. Pobre de mi padre.
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